Wednesday, December 01, 2010

CRÓNICAS ACHO 2010

Copio las crónicas de la segunda y tercera corrida de toros de la Feria 2010.
CRÓNICA DE LA TERCERA CORRIDA DE TOROS DE LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS 2010

28 DE NOVIEMBRE DE 2010

UNA DECEPCIÓN MÁS

Cuando hay un cartel como el de ayer que causa tal expectativa en la gente, tanto aficionados como no aficionados siempre, en el fondo, a uno le queda el temor de que todo termine mal porque el ganado no colabore y cuando la tarde se encapotó en el preciso momento que iba a empezar la corrida, pues, mal augurio. Y eso fue lo que pasó ayer pero no solo fue eso, se sumó una plaza que se portó muy mal y un juez (así, con minúsculas) que fue un verdadero desastre, por ser moderados en el adjetivo, aunque eso lo comentaré al final.

A las 3:30 de la tarde, rompieron el paseíllo los tres matadores que se presentaban en Acho. A la izquierda Ponce de pizarra y oro, a la derecha El Fandi de verde y oro y Miguel Ángel Perera de rosa y oro. Como es tradición en Acho, salieron a saludar una calurosa e ilusionada ovación de recibimiento.

El Maestro Ponce tiene en Acho una plaza rendida y entregada, algo así como lo que pasa con José Tomás en la mayoría de plazas que pisa. Se lo tiene bien ganado y merecido, nadie a estas alturas va a dudar de la maestría de su toreo y de su calidad humana pero no podemos negar que nuestra Plaza pierde objetividad a la hora de ponderar sus faenas. Lo de Ponce ayer fue, puedo equivocarme, de lo más flojo que le recuerdo en Acho. Su primer toro, fue un toro complicado, muy complicado. No logró estirarse a la verónica pero sí cerró con una preciosa media. Rehusaba la muleta el toro, salía suelto y desentendido, y cuando embestía lo hacía calamocheando y descompuesto, sin embargo, con la maestría que lo caracteriza Ponce lo fue metiendo en la muleta para ya lograr una buena tercera tanda y una cuarta mejor aún, Ya la música sonaba. Pero meterlo en la muleta no significa que haya dejado de ser complicado o que desapareciera el peligro que llevaba y Ponce lo trató de torear como torea a los toros buenos y terminó siendo cogido de mala manera, dos porrazos y la taleguilla rota. Vuelve a la cara del toro y lo mata de estocada caída y tendida. ¿Oreja? Creo que una vuelta al ruedo hubiera sido lo más justo, en todo caso, como hubo petición mayoritaria el juez, muy pegado al Reglamento él, se la otorgó. En el segundo de Ponce, cuarto de la tarde no hubo mayor historia. Con un pantalón capri reemplazando la taleguilla recibió al toro sin lograr mayor lucimiento en los primeros lances. Brindó al público mas no pudo hacer nada ante un toro peligroso al que trató de torear, una vez más, a lo Ponce para terminar toreándolo por bajo, con pases de castigo, cosa que podría haber hecho antes. Sin embargo, cuando toreó macheteándolo el público lo ovacionó, ¿A algún otro torero le reconocen un toreo de castigo?

El Fandi volvía a Lima después de un año sin estar en la Feria y no cayó con buen pie. Además de su conocido espectáculo en banderillas poco fue lo que hizo aunque no todo por su responsabilidad. En su primero, un torete impresentable para , tuvo al público (que no la afición) en contra. Deberíamos entender que hay que protestar la presencia de los toros al juez de Plaza, no al torero. La bronca es a la “autoridad” y fuerte si es necesario. Y acá viene una pregunta importante ¿Y el reglamentarismo del juez, dónde quedó? Si es tan respetuoso del Reglamento ¿cómo dio pase a un “novillo” como ese? No quiso poner banderillas en un principio, obviamente fastidiado con la situación y con el público, hubiera sido bueno que no las ponga, castigo merecido para la Plaza, sin embargo, finalmente cogió los palos, buen tercio. En el último tercio, nada importante. Una faena intermitente, el toro no transmite, el público (que recién lo ovacionaba por sus banderillas) en contra y bocinazos de novillero. Todo mal. Media estocada caída, pinchazo y descabello. Silencio y pitos (insuficientes) para el animal.

En su segundo la cosa fue distinta. Un excelente tercio de banderillas, sobre todo el tercero por los adentros pero ahí quedó la cosa. El Fandi no le pudo al toro, así de simple. El toro estuvo por encima del torero y fue tan así que en su desesperación porque se le iba el toro terminó siendo cogido, con una cornada de dos trayectorias en la cara posterior del muslo. Se reincorpora y mata de pinchazo hondo y descabello. Estuvo bien El Fandi en su estar en la Plaza, atento a todo el desenvolvimiento de la tarde, hizo las veces de director de lidia cuando no le correspondía.

La historia con Miguel Ángel Perera fue otra. En todo momento dispuesto, dio una clase magistral de toreo en el tercero de la tarde. Lo recibió lanceándolo con suavidad por delantales. Luego de la pica hizo un tercio de quites notable empezando con una tafallera para embarcar al toro con una serie de gaoneras sin moverse del sitio. Luego de brindar al público, su faena la inicia con pases cambiados por la espalda y luego una tanda de derechazos, todo sin mover los pies de la arena, por lo menos nueve muletazos sin rectificar. Una clase de valor y mando. La música suena y la faena continúa impecable, hasta que el toro se raja y se sale suelto luego de cada muletazo, buscando las tablas. Perera insiste, lo busca, le sigue dando muletazos larguísimos, corriendo la mano, como debe ser..mata de estocada un tanto caída (no más que la de Ponce en su primero). Y acá ya termina de arruinarse la tarde. Ante un pedido mayoritario de la plaza el juez le niega la oreja (¿o debieron ser dos?) al matador. Repito, pedido mayoritario de la Plaza. ¿Y el Reglamento señor Juez, ese que respetó para darle la oreja a Ponce? ¿Acá no se aplicaba? ¿Por qué? Si la faena de Ponce merecía una oreja, esta por lo menos merecía dos. Claro, eso es subjetivo es mi opinión pero ¿y la petición mayoritaria de la Plaza, no cuenta? No entiendo nada y la tarde la terminó de malograr.

Pero faltaba la cereza, el broche de oro del juez. Perera luego de ver como su segundo toro no daba ninguna opción de triunfo y además se partía la pezuña (uno más) pidió regalar un toro y el juez se lo negó. ¿Argumento? Supongo, el Reglamento Taurino lo prohíbe. El Reglamento nuevamente, aplicado a rajatabla. A ver si nos entendemos: aplico el Reglamento al pie de la letra a veces, cuando me provoca, cuando estoy de humor pero si de pronto me da la gana no respetarlo o no me conviene, entonces ya no. Muy bien, que así sea entonces y nuestra Plaza se convierta en un circo. Me pregunto, la idea de tener una autoridad en la Plaza, ¿no es para velar por el buen desenvolvimiento del festejo? ¿No es el aficionado que paga su entrada quién, en última instancia, debe verse favorecido con un espectáculo que colme nuestras expectativas? Y si está en manos de una persona siquiera intentar enmendar la tarde que se ha arruinado en parte por su propia acción ¿no es lo razonable, lo lógico, lo que indicaría en sentido común, autorizar a Perera que lidie un toro más? ¿Cuántos hubieran protestado? Algunos, sí. ¿Con razón? Sí. Ahora, ¿y si Perera le cortaba las orejas a ese toro? ¿Cómo hubiera terminado la tarde? Distinto, ¿no? Pero una persona investida de una autoridad efímera nos quitó hasta esa posibilidad. Gracias señor juez, calculo que le dio pereza cometer torpezas un rato más.

Esperemos que la última tarde salve esta Feria en la que habíamos puesto toda nuestra ilusión … y mucho dinero. Y no puedo dejar de decir: qué pena que se cayó del cartel Manzanares, tremendo torero, y doble pena que no sea Morante el que lo sustituya el domingo.

La última: Felicitar y agradecer a la Peña El Puntillazo por la organización de la Conferencia de Enrique Ponce el sábado. Todo impecable. Ponce demostró, una vez más, que es un tipo fuera de serie. Maestro como torero y también como persona.
Pique
CRÓNICA DE LA SEGUNDA CORRIDA DE TOROS DE LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS 2010

21 DE NOVIEMBRE DE 2010
El día soleado desde temprano ratificaba mi ilusión y la expectativa para la tarde de ayer. Cartel de arte y poderío. Por muchas razones lo consideraba el mejor de la feria, la principal la presencia de Morante de la Puebla, el torero sevillano que para muchos, entre los que me incluyo, el mejor capotero de la historia (por lo menos de la mía es totalmente cierto) y, para mí, el que más bonito torea. Incluso he hecho un par de viajes para verlo torear y aunque en muchas tardes no triunfe bastan algunos detalles, como ayer, para darse cuenta de que es el torero diferente, ese al cual siguen sus incondicionales con la esperanza de estar en la plaza el día que surgen esas faenas que quedan en la historia.
Pero la decepción vino con los toros. Cinco mansos, descastados que rehusaban la pica y que no embestían con nobleza. Toros de medios pases y con eso no se puede hacer al toreo de verdad.
El primero de Morante, que ayer se presentó en Acho con un traje verde y plata, nunca se dejó. Lo único que pudimos ver del de la Puebla del Río fue una media elegantísima, una buena tanda de naturales y unos pases de trinchera impresionantes. Buscó, sin embargo, y dando la contra a quienes lo consideran un torero que solo se aplica con los toros a estilo, realizar una faena que no había de dónde sacar. Pinchazo y media que mata. Algunas palmas para ese gran torero sin toro.
En su segundo, la misma historia. Un toro que no se deja y Morante poniendo de su parte hasta que ya era imposible sacar un muletazo. Silencio.
Miguel Ángel Perera, de lila y oro, regresaba a Acho en busca de su tercer Escapulario pero ayer no pudo ser. Sus dos toros presentaron las mismas complicaciones de sus hermanos. A su primero lo recibo por delantales y luego del tercio de varas hace un quite por chicuelinas cerrado por tafalleras. Brinda al público e inicia la faena toreando por alto, suena la banda. El toro se raja rápidamente, sin embargo, Perera insiste y logra dar un par de circulares invertidos que emocionan a la plaza. No hay mucho más que hacer. El quinto de la tarde y segundo de su lote no tuvo mucha historia. Perera torea este domingo 28 y será su segunda oportunidad para llevarse el Escapulario.
Cayetano Rivera Ordóñez debutaba en Acho haciendo el paseíllo desmonterado como corresponde. Hijo de Paquirri, nieto de Antonio Ordóñez, sobrino de los Dominguín, hermano de Francisco Rivera, proviene de una dinastía familiar vinculada desde siempre a los toros. Cayetano no quería ser torero hasta que a los 28 años decidió escuchar el llamado de la sangre y se hizo novillero. De toreo elegante, se le critica, sin embargo, su falta de técnica. A su primero lo recibe con una larga de rodillas y luego trata de ejecutar un quite por delantales del que tiene que desistir. Luego de una faena intermitente que nunca llega a levantar vuelo mata de una estocada entera. Su faena es ligeramente protestada.
Llegó el turno del sexto de la tarde y saltó Goloso al ruedo. En los primeros tercios parecía repetirse la historia del resto del encierro. Sin embargo, llegado el tercio de muleta el toro supo embestir con clase y nobleza, repitiendo con ritmo. Cayetano se dio cuenta de que tenía al mejor toro de la tarde frente a él y supo torearlo bien. Pero lo que hizo bien lo salpicó con detalles que no son para Acho. Mirando al público, sacándose las zapatillas, haciéndose aplaudir y toda una puesta en escena que no es propia de una Plaza de Primera. Sin embargo, lo peor es que toda esta puesta en escena hizo que se le concedieran las dos orejas, error garrafal del Juez de Plaza ya que la faena fue buena pero no de dos orejas y, sobre todo, porque pinchó de mala manera antes de dejar una estocada defectuosa.
Esperamos desde ya el domingo a las tres y treinta de la tarde donde partirán plaza el Maestro Enrique Ponce a diez años de cortar el último rabo cortado en Acho, el extraordinario banderillero y líder por varios años del escalafón David Fandila “El Fandi” y Miguel Ángel Perera que buscará su revancha de la tarde de ayer. Y esperamos también que esta corrida de La Ahumada reivindique a su ganadería.

Pique

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