JOYAS NO TAN CONOCIDAS - 1

En el año 2000 el inglés Jonathan Glazer, director de videos de Radiohead y Blur y que luego haría la subvalorada Birth con Nicole Kidman, rodó Sexy Beast.

Una película de gángsters muy al estilo británico pero con un plus en el tratamiento visual y en el desarrollo de la violencia que la elevan por encima de otras películas del mismo estilo. Incluso tiene toques surrealistas y de humor negro que le dan un aire muy extraño.

Sin embargo, lo que hace que se convierta en una película de culto (pero que la hace irregular también, aunque es probable que en esa irregularidad resida uno más de sus encantos) son las actuaciones.

Ben Kingsley está inmenso en su papel de un villano muy particular, con la violencia contenida más que explícita aunque también explota en varios momentos (un papel tan tenso en cada escena como el de Jeremy Renner en The Town de Ben Affleck - 2010). Ver al Kingsley que hizo de Gandhi o de Itzhak Stern (Schindler's List, Spielberg, 1993) haciendo de gángster es muy extraño.

Ray Winstone también compone un papel notable, el del personaje sobrepasado por una situación y por alguien con quien no puede competir, pasa del hedonismo absoluto a la impotencia más desesperante. Gran actor este Ray Winstone, un eterno secundario de lujo que hemos visto en The Departed de Scorsese (2006) como el perro de presa de Nicholson, como el padre de familia violento de Nil by Mouth (de Gary Oldman, 1997) o hasta poniendo su voz a uno de los personajes de Rango (de Gore Verbinski, 2011).

En fin, una película irregular con actuaciones que superan al mismo guion pero que tiene un innegable magnetismo que la hace una joya escondida.