Tuesday, October 10, 2006

Respeto Mutuo


Cada año espero, con ilusión, que llegue octubre para que empiece la Feria del Señor de los Milagros. Es para mí una época de felicidad. Es mi momento de cercanía con Lima, me siento más limeño que nunca. Es el único evento en el cual las reglas, las tradiciones y todo lo que lo rodea se mantiene inmutable con los años, las corridas que vea ahora, en 2006, serán, en su forma, exactamente iguales a las primeras que recuerdo hace 20 años. Quisiera aprovechar la cercanía del inicio de la Feria para comentar un par de cosas:

- Es absolutamente respetable que haya mucha gente a la cual las corridas de toros les parezcan que son salvajes, crueles e inhumanas. Incluso, es muy probable que tengan razón. Sin embargo, lo que no es respetable ni justo ni válido es luchar contra las corridas de toros utilizando argumentos que son, en su mayoría, falsos. Mentiras que no resisten el menor análisis. Estoy de acuerdo en que nadie está obligado a conocer al detalle determinada actividad o hecho para estar en contra de él, me parece en este caso que basta que a uno le parezca una salvajada para que no le gusten las corridas de toros. Ahora, si esas personas quieren convertirse en activistas y militantes antitaurinos sí considero que tienen el deber de informarse y no engañar a la gente. La inmensa mayoría de las veces que he hablado con detractores de la tauromaquia he escuchado las mismas “denuncias”: a los toros les pegan antes de salir al ruedo, les untan vaselina en los ojos, aguarrás en las patas para generar ardor, los golpean en las costillas, etc. Señores, en ninguna plaza medianamente seria en ningún lugar del mundo, encontrarán ninguno de estos “actos preparatorios”. Es mentira, esto no ocurre. Probablemente el origen de estas burdas acusaciones sea que alguna vez en alguna plaza informal se haya hecho esto para evitar poner en peligro la vida de alguna persona que no es torero. De ser así no es motivo para generalizar y menos acusar a una actividad por algún caso aislado (y es un caso hipotético, yo creo que son inventos para manipular a las personas)

- El otro punto que quería tocar es el supuesto sadismo de quienes son aficionados a las corridas de toros. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, sadismo es la “crueldad refinada, con placer de quien la ejecuta”. Es decir, el elemento básico del sadismo es que haya placer en la crueldad. No conozco a absolutamente ningún aficionado a los toros que disfrute con el sufrimiento animal. Será difícil entender esto para los que no les gusten las corridas y ni siquiera es mi intención que lo hagan. Solo quiero dejar en claro que quien piense que los aficionados taurinos piensan dentro de sí mismos o gritan en la plaza cosas como “¡miren como sufre el toro, que espectáculo más bonito!”, “que buen torero, miren como entra a matar varias veces” o “más sangre, más sangre”, está en un profundo error: el aficionado taurino no disfruta con el sufrimiento del animal. Será muy difícil, también, entender que los ganaderos de toro bravo deben ser las personas con más cariño a los animales que he visto alguna vez.

No quiero, con esto, repito, cuestionar la validez de estar en contra de las corridas de toros. Mi intención es, únicamente, exponer un par de puntos de vista desde el lado menos mediático y con menos cobertura, el de aquellos que sí les gusta la tauromaquia y son felices viendo las corridas de toros, como una expresión artística y sublime.

Finalmente, quiero citar un artículo de Mario Vargas Llosa, en su columna Piedra de Toque, llamada La Última Corrida:

“Lo que nos conmueve y embelesa en una buena corrida es, justamente, que la fascinante combinación de gracia, sabiduría, arrojo e inspiración de un torero, y la bravura, nobleza y elegancia de un toro bravo, consiguen, en una buena faena, en esa misteriosa complicidad que los encadena, eclipsar todo el dolor y el riesgo invertidos en ella, creando unas imágenes que participan al mismo tiempo de la intensidad de la música y el movimiento de la danza, la plasticidad pictórica del arte y la profundidad efímera de un espectáculo teatral, algo que tiene de rito e improvisación, y que se carga, en un momento dado, de religiosidad, de mito y de un simbolismo que representa la condición humana, ese misterio de que está hecha esa vida nuestra que existe sólo gracias a su contrapartida que es la muerte.”

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Si dices "espectáculo artístico y sublime" no hay nada que hacer contigo, eres como un fanático religioso que no entenderá razones.

Cada loco con su locura, saludos y espero no te ofendas.

1:22 PM  

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