Monday, November 13, 2006

Oruga Negra


Lombardi estrena su más reciente película, Mariposa Negra (Perú, 2006). Segundo episodio de una futura trilogía referida a la época del régimen de Fujimori y Montesinos.

La película narra la elaboración y puesta en marcha de un plan de venganza de la novia de un juez honesto que ha sido torturado y asesinado por la maquinaria Montesinista.

Gabriela (Melania Urbina) es la novia que verá su vida totalmente trastocada a raíz de la muerte de su novio, al que, con la finalidad de distraer la atención de la verdadera razón del crimen y con la complicidad de un diario chicha, vinculan a una juerga de homosexuales en la cual fue asesinado. Al no tratarse solo de una venganza por el asesinato y siendo también un intento por limpiar la imagen pública del hombre intachable, ella no quiere vengarse matando al autor material del crimen, ella quiere llegar a la cabeza, al cerebro detrás de este sistema para deshacerse de los personajes incómodos que no “colaboran” con el régimen.

Gabriela juega en pared con Ángela (Magdyel Ugaz), la periodista que tuvo como encargo hacer la nota del crimen del juez y que, por lo tanto, fue la que inventó todo lo referente a la orgía gay y calificó al asesinado como “juez chimbombo”.

La película no resulta verosímil y avanza entre la decepción y la incredulidad. No tiene ni pies ni cabeza que una profesora, de clase media baja (¿?) en unos meses logre estar cara a cara con Montesinos, habiendo pasado para eso por ser puta, meterse con una mujer mayor, matar a un sicario, entre otras cosas. Por ejemplo, el día del estreno en el Cine Metro, en la inauguración del Décimo Festival de Cine Latinoamericano de la PUC, la gente no pudo evitar reírse cuando en uno de los momentos de, supuestamente, mayor tensión, apareció el personaje de Vladimiro Montesinos, el mal en persona en la película, reducido a una simple caricatura que más recordaba al video casero grabado por Kenyi Fujimori, que al siniestro personaje que manejaba toda la red de corrupción.

Si bien la crítica ya había destruido a Ojos que no ven (que a mi no me pareció tan mala como la pintaban), esta vez las reacciones han sido peores, salvo alguna excepción. La conclusión generalizada es que la película no funciona por ser muy explicativa y por tener un guion que no llega a involucrarnos del todo con la trama, más allá del tema de verosimilitud que comenté más arriba. Lo bueno y rescatable, las actuaciones de las dos protagonistas, aunque personalmente, me quedo con la actuación de Ugaz.

Una pena porque Francisco Lombardi (Tacna, 1947) es, creo, nuestro director de cine más importante. En todo caso, yo le agradezco los buenos momentos de cine que he pasado con La Ciudad y los Perros, Maruja en el Infierno, Caídos del Cielo y Bajo la Piel, sin olvidar “Los Amigos” episodio que forma parte del largo Cuentos Inmorales y que hasta ahora es parte del imaginario colectivo de la gente de mi generación.

“… habla pues, mudito …”

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Coincido.

2:29 PM  
Anonymous Anonymous said...

igual han salido por ahí artículos alabando la película... por dios!!!! es una burla, la cosa más absurda del mundo... ese montesinos??? donde estamos? en risas y salsa????

1:52 PM  

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